martes, enero 23, 2007

El SIDA en Nicaragua

El SIDA en Nicaragua era, hasta hace relativamente pocos años, un tema de menor importancia en este país. Y digo "menor", porque Nicaragua era un país donde el SIDA tenía bajos niveles de prevalencia en la población general. Entre entre 1993 - 1999, se diagnosticaron (y detectaron) un promedio de 22 nuevas infecciones por año; pero lo alarmante viene ahora: entre 2000 - 2004, la media anual de personas infectadas por el virus del VIH se ha incrementado hasta llegar a ser 131 personas por año, es decir, un aumento 5.5 veces mayor que en el anterior periodo diagnosticado. Y es que, en este último lustro se ha multiplicado por tres la incidencia del VIH/SIDA, pasando a tener un promedio de 2.52 a 8.54 personas infectadas con el virus de cada 100.000 habitantes. Aunque el número de infectados no sea muy alto (1.924 personas, que representan menos del 1% de la población), la tendencia es, cuanto menos, alarmante.

Pero hoy quería hablar sobre el tema del SIDA no desde el punto de vista de lo que hace la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), sino desde un ámbito más cultural y así os presento la labor de Ana Vicente Cortés, la joven cooperante que trabaja en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica (INCH), aquí en Managua.

Desde el INCH, junto con ONGs como Médicos del Mundo, Médicos Sin Fronteras, etc. se están realizando campañas de sensibilización con respecto al tema del SIDA. Por ejemplo, la semana pasada acudí a la presentación del trabajo de Pep Bonet, fotógrafo mallorquín, denominado Positihiv+. El trabajo de este fotografo es de una serie de instantáneas tomadas en diversas zonas de África que presentan un lado duro y a la vez amable del SIDA: la convivencia y el día a día de las personas afectadas con el virus, los problemas que les causa, la visión optimista de la vida en muchos de ellos... En cualquier caso, una visión sobre el SIDA.

Hoy está prevista la emisión de la película Kids (Larry Clark, 1995), una película que trata el tema de la adolescencia, la inconsciencia de los jóvenes que quieren comerse y beberse el mundo y, como no, el tema del SIDA.


La apuesta es arriesgada. En el año 1995, la revista estadounidense "Vanity Fair" calificó la película de atrevida y controvertida (o controversial, como dicen aqui los nicas). Esta película es una apuesta personal del INCH. Esperemos que la sociedad nicaragüense, muy tradicional en determinados aspectos, pueda tener la suficiente mentalidad abierta como para ver una película tan dura sobre un tema tan sensible.

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