lunes, diciembre 30, 2013

Si Mahoma no va a la montaña...

... La montaña va a Mahoma. Ese ha sido mi leitmotiv, lo que ha hecho decantarnos por emigrar de tierras españolas hacia, de nuevo, tierras centroamericanas.
Y aquí nos encontramos desde mediados de julio de 2013. Qué puedo decir, no me ha ido mal: en menos de 15 días encontré un trabajo en un organismo internacional centroamericano. Casi el mismo número de meses que no encontré trabajo en España.
Actualmente, llevo 5 meses trabajando en un proyecto relacionado con justicia, fortalecimiento institucional y perspectiva de género. Lo que empezó como unas prácticas (pasantía, dijeron aquí) fue consolidándose en mi incorporación de lleno en un proyecto financiado por Naciones Unidas que me ha hecho viajar por El Salvador, Honduras y Guatemala en un 4x4.
Así, me he encargado de coordinar junto con otras personas del equipo de trabajo para la realización de unos manuales de formación legislativa regional teniendo el tema de género como eje central. Además, ayudé en la creación de otras dos memorias. Más contento no puedo estar.
Este año 2014 que se presenta espero que sea con mejores perspectivas de lo que fue el 2013, donde me vi forzado a emigrar para poder trabajar. Me gustaría montar una pequeña empresa a la que llevo dándole vueltas ya casi dos años. Espero que en este 2014 se pueda aterrizar también.

jueves, febrero 14, 2013

La nada

Llevo, contando la experiencia veraniega, 7 meses en paro; buscando activamente trabajo diria un funcionario del INEM, pero en definitiva sin empleo. Esa es la razón por la cual no estoy actualizando recientemente el blog.

Para hacer un resumen de los últimos meses, decir que no aprobé el último curso de nivel avanzado 2 de mi escuela de idiomas, por lo que no me pude sacar el título. Tampoco estoy repitiendo curso, ya que las tasas han pasado de ser carísimas: de 120 euros ahora debía pagar 300. Más otros tantos de mi mujer tienen como resultado que este año, estando ninguno de los dos sin trabajo, lo hayamos dejado momentáneamente.

Estamos mirando otros horizontes. Mi mujer está a punto de terminar la Universidad acá en España y el mundo es demasiado grande como para que desaprovechemos el talento, el esfuerzo y la inversión económica en recursos humanos hemos hecho en estos cinco años desde que volvimos de Nicaragua.

Si nada cambia, nuestro destino más probable sea el de esos otros muchos jóvenes (y no tan jóvenes) españoles que no encuentran su sitio en el mercado laboral: la emigración. Una pena que un país que fue considerado de las potencias más pujantes del mundo haya optado por invertir sobre el ladrillo que se pensaba que nunca se iba a derrumbar y que cayó como castillo de naipes; y mientras tanto, el talento humano tenga que irse para poder desarrollar una vida familiar normal.