domingo, octubre 01, 2006

El sello del Volcan Momotombo

Nicaragua, como muchos países centroamericanos, contrataban servicios a empresas norteamericanas. Y entre ellas, firmó con la "American Bank Note Company NY" para que realizara los sellos del país que incluyeran lugares emblemáticos.

Uno de estos lugares emblemáticos iluestrados en los sellos por la compañia neoyorkina es el monumental volcán Momotombo. Y ésto sería aprovechado por el sindicato francés para decantar la votación final de la construcción del canal en Panamá.

Y es que el año 1902 fue especialmente virulento en cuanto a erupciones volcánicas se refiere. Así, en Mayo, 30.000 personas perdieron la vida a causa de un volcán en la isla francesa de La Martinica; también en la pequeña isla caribeña de San Vicente entró su volcán en erupción, etc. Y todos estos datos eran reflejados en la prensa norteamericana, en donde se creó una especie de histeria con los volcanes.

Esto lo aprovecharía Cromwell, primero plantó un item en el periódico New York Sun en donde se exageraba tremendamente una información de que el volcán Momotombo había entrado en erupción y había provocado movimientos sísmicos. Después, envió un sello a cada uno de los senadores norteamericanos en donde salía el volcán Momotombo humeando, y cada sobre contenía una carta que decía: "un testimonio oficial de la actividad volcánica de Nicaragua". El mensaje que se intentaba transmitir era claro: era una locura invertir en obras de ingeniería en un sitio tan inestable sísmicamente como Nicaragua.


Poca gente en Washngton sabía que el volcán Momotombo estaba en estado durmiente. O que se encontraba situado a más de 100 millas de donde estaba proyectado construirse el canal. Mark Hanna, además, hizo una larga charla en el senado en donde, tras mostrar una serie de mapas sobre las zonas con mayor peligro sísmico en América Central, se mostraba claramente favorable a la ruta panameña frente a la nicaragüense. Por cierto, por toda esta labor de lobbying Cromwell exigió la nada desdeñable cifra de $800.000 al sindicato francés. Además, para terminar de decantar la balanza, y pocos días antes de que se tomara la decisión sobre dónde iniciar las obras del canal interoceánico, se publicó el Informe de la Comisión sobre el Canal en donde se primaba la opción del itsmo panameño frente a la opción de Nicaragua. Y el precio de los costes bajaron terriblemente, dejando la opción panameña como una ganga respecto a la opción nicaragüense (se pasaba de $109 millones a tan sólo $49 millones si se hacía en Panamá).

Finalmente, en las transcripciones que pueden leerse de la sesión del senado de ese día, se puede observar que los senadores tenían una visión exagerada con repecto a los peligros que podría suponer una posible actividad sísmica o volcánica en Nicaragua. Probablemente, la imagen del sello humeante había quedado grabada en las mentes de muchos senadores norteamericanos.

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