Los que hayan seguido mis cortas peripecias buscando trabajo, habrán observado la ilusión que tenía por el proyecto de la Cooperación al Desarrollo.Mis amigos, que aún me conocen mejor de todo lo que haya yo aqui escrito, saben cuántas ganas tenia de que me saliera un trabajo como este. Y al final, ¡¡se obró el milagro!! Y es que me han llamado del INJUVE para decirme que soy finalmente el elegido como Joven Cooperante para un proyecto en Managua, Nicaragua. ¡¡No me lo podía creer!! Ha sido todo muy rápido, pero todo empezó asi:
Allá por marzo, tras haber estado trabajando como becario gratuitamente en el Ministerio de Asuntos Exteriores (Departamento deMéjico, América Central y Caribe) durante seis meses, estuve esperando la famosa carta para optar al puesto de Joven Cooperante.
La carta no llegaba, no llegaba. Y empecé a llamar por teléfono. Me dijeron que estaban rediseñando el proyecto, aumentando el periodo de tiempo de estancia en el país de destino, aumentando el dinero... y la carta no llegaba. Finalmente decidí olvidarlo, y justo cuando me iba de vacaciones, me llegó la carta. El mismo día que me fui de vacaciones, las demoré algo para ir al INEM de mi ciudad y, extraoficialmente, les rogué que me dejaran rellenar el formulario del programa (me ahorré tener que venir del viaje de vuelta, aunque ya había comprado el billete).
En Julio no pasó nada. Esperé, esperé... mientras el INJUVE hacía la selección de las 3 personas mejor cualificadas para trabajar como cooperantes, que pasarían finalmente a una entrevista, siendo esas 3 personas las que optarían exclusivamente y competirían por el puesto.
Era Agosto y aún no tenía noticias. No sabía si a la gente les habían llamado, asi que me metí en la Web hacesfalta.org para saber si había mas gente en mi misma situación. Y efectivamente. Y a muchos de ellos les habían llamado. A mí no. De hecho, llamé al INJUVE y me habían dicho que ni siquiera estaba entre los 3 elegidos para hacer la entrevista, que estaba como reserva.
Pero por fin llegó el 6 de septiembre el primer milagro: la deseada llamada para optar al puesto tras pasar la entrevista. Mandé emails a tela de gente que había sido joven cooperante, a personas que estaban en mi misma situación, intenté mover hilos a través de mis contactos en el Ministerio. Nada de eso finalmente sirvió. Solo me sirivió el hecho de hablar con otras personas y buscar en internet lo que valoraban más los entrevistadores para así hacerme un esquema de lo que podría remarcar más en la entrevista.
La entrevista no me salió perfecta, pero tampoco me salió mal. No obstante, después descubriría que lo peor no sería la entrevista, sino la agonía de esperar 1 semana a que me llamasen, siendo el jueves 21 de Septiembre el último día que realizaban llamadas. Una vez más, desesperado, llaman y me comunican que estoy como suplente 1, es decir, que seleccionaron a otra persona, y que por tanto sólo accederia a ese puesto si la otra persona lo rechazaba, cosa complicada. Pero, una vez más, cual milagro sucedió lo inesperado (voy a tener que pensar que hay alguien allá arriba que me está echando un cable): fuera del plazo de tiempo para hacer las llamadas, en el último momento, me llaman del INJUVE diciendome que estoy seleccionado para el proyecto de Nicaragua y que debo enviarles en el plazo de 48 horas un fax confirmando que acepto la oferta de trabajo con la AECI.
Y fui y soy feliz. Y llamé a mis padres y amigos para darles la gran noticia, la noticia de sentirme afortunado por haber logrado lo que tanto deseaba: hacer mi sueño, realidad.
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