Hace ya unas semanas fui a comprar paracetamol a una farmacia para curarme un resfriado. Lo hice sin pensar mucho: era domingo, así que sabía que tenía que ir a la farmacia de guardia que no está demasiado alejada de mi casa. Tenía poco dinero encima, algo menos de dos euros, y no me acordaba cuánto costaba el típico Gelocatil que suelo acostumbrar a comprar en estos casos, por los que fui al banco que tenía justo enfrente de la farmacia, por si acaso.
Cuando fui a pagar, pedí un genérico de paracetamol; total, el contenido es el mismo que el que puede llevar el Gelocatil. Precio: 80 céntimos. Me quedé alucinado. Pagué y me fuí de la farmacia.
De camino a casa, me quedé pensando en mi estancia como Joven Cooperante en Nicaragua y las veces que allí había tenido que ir a las diferentes farmacias. Allí, al igual que en Madrid, tenía una farmacia al lado de casa (Farmacia VIDA, en la Colonia Centroamérica), pero la situación era muy distinta. Pongamos el mismo ejemplo: voy a la farmacia con mis chinelas de gancho, y me encuentro la misma cola. Los estantes desde los que me atienden los farmaceúticos ya son diferentes: la balanza no es electrónicas, no hay pantallas de plasma con publicidad de medicamentos (¿¿para qué son necesarias estas pantallas planas en las farmacias?? ¿dan "glamour" a los enfermos?), pero el detalle fundamental llega cuando pido paracetamol para curar mi resfriado, donde el farmaceútico me pregunta: "¿cuántas pastillas quieres?". Sinceramente, no recuerdo la cara que debí poner, pero imagino que entre estupor y descoloque ante tal pregunta. Tras unos largos segundos que me tomé y que se me hicieron eternos, debí decir algo así como: "No sé, dame 15 pastillas" (calculando un tratamiento cada 8 horas x 5 días). El farmaceútico me dijo: "muy bien, son 25 córdobas (80 céntimos)".
Me pregunto: ¿nos hemos parado alguna vez a pensar cúanto cuestan de verdad los medicamentos? ¿Y cuánto es la subvención del gobierno a los mismos?
En nuestro sistema de salud, cuando nos resfriamos, podemos ir al consultorio médico más próximo a nuestra casa. Pedimos cita en persona, por teléfono o por internet; nos atienden gratuitamente, nos hacen las pruebas médicas necesarias para descartar cualquier complicación sin ningún coste; cuando compramos los medicamentos, no nos fijamos en el ticket y damos la receta del doctor, pero si miramos en el ticket que hemos pagado, nos podemos fijar que a veces el gobierno subvenciona ¡¡hasta el 80% del coste del medicamento!!
En Managua, los consultorios son apropiados para el servicio que dan pese a las carencias. Los medicamentos no están subvencionados por lo que resultan caros para muchos nicaragüenses. En más de una ocasión, la farmacia no disponía de los medicamentos que me habían recetado en la consulta del hospital privado al que acudí (Bautista), así que la solución fue llamar a distintas farmacias de Managua hasta que dieron con una que los tenía y los mandaron por mensajero tiempo después.
Con respecto a los hospitales, debo decir que nunca acudí a hospitales públicos por recomendación del personal de la AECID de Managua. Acudí a dos: al Bautista (tuve que ingresar una vez por una diarrea muy fuerte) y al Vivian Pellas (el considerado "hospital de los ricos" de Managua). Por poner un ejemplo, tras una diarrea muy fuerte, desde la AECID me mandaron a uno de estos hospitales. Tras las diferentes muestras de orina y sangre, tienes que pagar previamente para que te den los resultados (30 US$). Lo que te dan es una hoja con resultados que sólo puede interpretar un doctor, por lo que después tienes que pedir cita con el doctor, que éste te interprete los resultados y te diga si estás bien o no, y si debes seguir un tratamiento. Tras la consulta, antes de salir del hospital (yo un día iba a salir sin pagar sin querer, ya que en España no pagamos aún por las consultas), me dijeron desde el mostrador de CAJA: "Señor, tiene que pagar su consulta". Otros 30 dólares más.
Espero que esto haga reflexionar a algunos sobre nuestro sistema de salud y sobre tonterías como que los inmigrantes colapsan nuestro sistema de salud.
2 comentarios:
Tienes mucha razón en todo. Yo, por desgracia, si que tuve que ir al hospital público en el tiempo que estuve en Nicaragua y la situación fue bastante pintoresca, por no decir otra cosa. Hablo del hospital de Estelí, ciudad grande a dos horas y media de Managua. Antes de entrar, esperando en la sala de espera, externa al hospital, sacaron por la puerta un ataúd, lo subieron a una camioneta junto con la familia y se fueron...Ese fue el primer contacto en un momento en que te sientes morir y solo llevas una semana en el país.
Resulta que hay que llevar hasta el papel higiénico de casa porque allí no te lo dan, también una toalla para, si estás muy mal, tumbarte en los bancos a esperar. Si te tienen que sacar sangre la cincha es un guante de látex atado al brazo... Mientras te sacan sangre puedes ver colgada en la pared una libreta de "Winnie de Poh" dónde pone: Apuntar aquí los casos de Dengue. (LITERAL)
Me mandaron a coger una muestra de heces porque tenía parásitos en el estómago, o eso parecía. Al ir al baño me encontré con las dos tazas rebosando agua y no precisamente limpia...no entraré en detalles. La puerta rota y no había agua corriente para lavarse. Incapaz de coger la muestra me medicaron analizando la de otra compañera que estaba igual que yo. Y sí, los medicamentos eran racionados y caros teniendo en cuenta el nivel adquisitivo de la mayoría.
Personalmente aprecié el sistema de Seguridad Social que tenemos en España cuando estuve allí. Ahora, cuando voy a Urgencias ya no me enfado si tardan en atenderme, me paso ese rato recordando cómo lo pasé en esos momentos y cómo lo siguen pasando actualmente las personas allí...que ahora para mí ya tienen nombre y apellido, rostro y mi cariño.
Aplaudo tu reflexión y la secundo...
Un abrazo!!
Hola Ananita,
Interesante tu historia con los hospitales. La verdad es que yo tuve la suerte que otros muchos no tienen y pude pagarme el hospital. Ya veo que las cosas están "peludas" en el hospital que me cuentas. Esperemos que la cosa mejore.
¿Por qué un día no me mandas tu experiencia en Nicaragua y la publico en un post?
Saludos
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